Una vez en la isla, puedes seguir una de las pintorescas rutas de senderismo que conducen a espectaculares miradores. Tanto si eliges un suave paseo costero como una subida más exigente hasta el faro, te verás recompensado con vistas panorámicas del Mediterráneo. Por el camino, no pierdas de vista las aves marinas y otras especies autóctonas que prosperan en este paraíso virgen.

Después de explorar, sumérgete en las tentadoras aguas turquesas que rodean Dragonera. Disfruta de un refrescante baño o coge tu equipo de snorkel para descubrir la vibrante vida marina bajo la superficie. Con su rico ecosistema submarino y su tranquilo entorno, es la forma perfecta de terminar tu aventura antes de regresar a Mallorca.